Chile se posiciona como uno de los principales actores en el comercio internacional de frutas, ocupando el quinto lugar entre los mayores exportadores a nivel mundial en 2024. Este logro es resultado de su clima diverso, que favorece la producción de frutas de Chile de alta calidad y gran variedad, así como de su amplia experiencia y el uso de tecnologías avanzadas en el sector agrícola.
Incremento en las Exportaciones de Frutas de Chile en 2024
En el año 2024, las exportaciones de frutas de Chile alcanzaron los USD 8,289 millones, lo que representa un incremento del 24% en comparación con el año anterior. Este crecimiento reafirma la posición de Chile como líder en la industria frutícola global.
Principales Frutas de Chile exportadas
- Manzanas frescas: Las exportaciones de manzanas alcanzaron un volumen de 554 mil toneladas por USD 582 millones, con. Estos resultados reflejan un crecimiento del 18 % en volumen y del 21 % en valor FOB respecto al año anterior.
- Cerezas frescas: Con envíos que superaron las 529 mil toneladas exportadas y USD 3,087 millones, las cerezas registraron un notable incremento del 41 % en volumen y 51 % en valor. Este fruto se ha consolidado como uno de los principales productos chilenos, impulsado por su sabor dulce, textura jugosa y atractivo color, características que aumentan su demanda durante las festividades de Navidad y Año Nuevo.
- Uvas de mesa: Chile exportó 523 mil toneladas de uvas de mesa por un valor de USD 938 millones, evidenciando un crecimiento del 16 % en términos de valor FOB y del 4 % en volumen, lo que reafirma su posición estratégica en los mercados internacionales.
- Ciruelas frescas: Las exportaciones de ciruelas totalizaron 170 mil toneladas, con un incremento del 24 % en volumen, resultado que refleja su creciente demanda.
Desempeño y diversificación de las frutas de Chile
El notable crecimiento de las exportaciones no solo refleja mayores volúmenes y valores, sino también una diversificación estratégica de la canasta exportadora. Chile ha logrado posicionar con éxito una variedad de frutas frescas en mercados altamente competitivos, consolidando productos tradicionales como las manzanas y uvas, y destacando el dinamismo de cultivos de alto valor como las cerezas. Este avance responde a la innovación, eficiencia logística y un fuerte enfoque en la calidad dentro del sector.
En este contexto de expansión, el país ha alcanzado distintos hitos clave que refuerzan su competitividad. Entre ellos destaca la implementación del Systems Approach para las uvas de mesa con destino a Estados Unidos, que permite reducir costos, mejorar la calidad del producto y promover prácticas sostenibles. Asimismo, la apertura del mercado chino para duraznos y damascos posiciona a Chile como el único país con autorización para exportar toda su oferta frutícola a ese mercado. A esto se suma el lanzamiento de la marca sectorial “Frutas de Chile”, iniciativa que busca consolidar la identidad del sector en los mercados internacionales, proyectando valores como excelencia, sostenibilidad y unidad.
Además, la industria de frutas en Chile ha apostado por un recambio varietal en uva, priorizando nuevas variedades blancas y rojas que se ajustan mejor a las exigencias del mercado internacional en cuanto a calidad y sabor, lo que ha fortalecido su competitividad. En el caso del arándano, el Comité correspondiente ha impulsado un sello distintivo que resalta el compromiso con la calidad y la innovación, promoviendo una identidad única del producto y destacando su origen frente a la competencia.
Retos en el sector de las frutas de Chile
- Desafíos logísticos y competitivos en mercados internacionales:
La temporada actual presenta una alta exigencia logística debido al elevado volumen de frutas, particularmente cerezas y uva de mesa. Aunque el volumen de uva será similar al del año anterior, la competencia se ha intensificado por la mayor participación de otros productores, como Perú. En este escenario, se vuelve fundamental impulsar campañas de promoción que aceleren la rotación del producto en destinos estratégicos como Estados Unidos y China. No obstante, la distancia hacia mercados como China representa un reto adicional, ya que los extensos tiempos de transporte pueden afectar la calidad final del producto. - Adaptación climática y mejora de la calidad postcosecha:
La prolongada sequía ha obligado a los productores a adoptar prácticas de eficiencia hídrica, así como medidas para proteger los cultivos frente a heladas y olas de calor. El objetivo central sigue siendo asegurar que el producto llegue en condiciones óptimas a los consumidores internacionales.
