En las últimas campañas, la producción de arándanos en Sudamérica ha experimentado una transformación significativa, impulsada por la expansión de nuevos polos agrícolas y la reconversión de áreas tradicionales. Este proceso refleja la adaptación del sector a un entorno global más competitivo, donde la innovación, la eficiencia productiva y la sostenibilidad se han convertido en los pilares del crecimiento agroexportador regional. En ese contexto, los países sudamericanos con más hectáreas de arándanos son Perú, Chile, Argentina y Colombia, actores claves en la región.
Perú
Perú se ha consolidado como el principal dentro de los países sudamericanos con más hectáreas de arándano, gracias a un crecimiento sostenido de su superficie cultivada en las últimas campañas. Entre 2020/21 y 2024/25, el país alcanzó las 25,920 hectáreas, registrando un crecimiento promedio del 9% por campaña. Este progreso ha sido posible gracias a la gestión profesional del sector agrícola, la implementación de prácticas fitosanitarias de alto nivel y la eficiente combinación entre ampliación de áreas productivas y mejora de rendimientos, elementos que han fortalecido de manera decisiva la capacidad y competitividad del país en la producción de arándanos.
El avance sostenido del sector ha consolidado la presencia del arándano peruano en los principales mercados internacionales, impulsando la diversificación de destinos y la mejora en los estándares de exportación. A su vez, el compromiso con la calidad, sostenibilidad y responsabilidad social ha posicionado a Perú como un referente global en la industria del arándano, destacando por su capacidad para mantener una oferta estable, moderna y de alto valor agregado.
Chile
Chile ocupa el segundo lugar en Sudamérica en superficie dedicada al cultivo de arándanos. En la campaña 2020/21 registró 18,185 hectáreas, pero durante las cuatro campañas siguientes experimentó una contracción promedio anual del 3%, reduciéndose a unas 16,000 hectáreas en 2024/25. Esta disminución responde principalmente al proceso de recambio varietal emprendido por los productores, quienes buscan optimizar la calidad y productividad mediante la sustitución de variedades antiguas por otras más resistentes y eficientes, especialmente frente al cambio climático y la escasez hídrica.
La creciente competencia ha intensificado la dinámica del mercado, limitando los márgenes de beneficio e impidiendo la expansión de nuevas zonas de cultivo en las últimas campañas. A ello se suman factores como los elevados costos logísticos, las exigencias sanitarias de Estados Unidos, el incremento de los costos laborales tras la pandemia. No obstante, pese a estas dificultades, el sector ha demostrado una notable capacidad de adaptación: su apuesta por la renovación varietal y la aplicación de estrategias de marketing innovadoras consolidan su papel como un referente clave dentro del mercado internacional del arándano.
Argentina
Argentina ocupa el tercer lugar en Sudamérica por superficie cultivada de arándanos, aunque ha experimentado una reducción sostenida en su área productiva. En la campaña 2020/21, el país contaba con 2,515 hectáreas, pero tras cuatro temporadas consecutivas de ajustes alcanzó 2,100 hectáreas en 2024/25, lo que representa una contracción promedio anual del 4%. Este retroceso responde principalmente al incremento de los costos de producción, la creciente competencia internacional, especialmente de Perú y la necesidad de reconvertir plantaciones hacia sistemas más eficientes y protegidos frente a condiciones climáticas adversas como lluvias y granizadas.
Como consecuencia, las exportaciones argentinas han disminuido, aunque el país ha logrado optimizar la productividad, mejorar la eficiencia operativa y diversificar sus destinos comerciales. Paralelamente, ha fortalecido su mercado interno, donde el consumo de arándanos frescos se ha incrementado de forma notable. Entre 2021 y 2024, las importaciones de arándanos frescos aumentaron un 170%, con Chile como principal proveedor, mientras que Perú aún no cuenta con acceso al mercado argentino para este producto.
Colombia
Colombia se ubica como el cuarto dentro de los países sudamericanos con más hectáreas de arándanos, destacando por su crecimiento constante en los últimos años. En la campaña 2020/21, alcanzó 500 hectáreas, y tras cuatro campañas consecutivas de expansión, registró 700 hectáreas en 2024/25, reflejando un incremento promedio anual del 9%. Este desempeño se sustenta en el potencial de nuevas zonas de cultivo, principalmente en Antioquia, Cauca, el Eje Cafetero y Nariño, que se suman a las áreas productoras de Bogotá y Boyacá. Gracias a sus condiciones agroclimáticas privilegiadas, el país puede producir arándanos durante todo el año, lo que fortalece su posición como un proveedor estable y competitivo en el mercado global.
La alta exposición solar, los suelos ácidos y de baja salinidad, junto con la ausencia de estaciones marcadas, permiten mantener un sabor y calidad constantes en la fruta durante los 365 días del año. Si el país logra superar los desafíos vinculados al acceso a capital, mayor tecnificación y expansión productiva, el arándano podría consolidarse en pocos años como un nuevo referente de la agroexportación colombiana.